La plaza es el lugar donde se produce el verdadero y único milagro de la resurrección (...) los primeros pasos tienen mucha profundidad y cuando me pongo el pañuelo en la casa de las madres, antes de salir para la plaza, y me lo aprieto fuerte en la barbilla, es un abrazo, el abrazo de los treinta mil. La plaza es la lucha, la esperanza, los sueños, las ilusiones y la sangre de los tantos.
(Hebe de Bonafini, Presidenta de las Madres de Plaza de Mayo en Diario Página 12, 26 de junio de 1996).
Introducción.
El 24 de marzo de 1976 se inicia el autodenominado proceso de reorganización nacional. Con la detención de Isabel Perón y la asunción del poder de la Junta de Comandantes, integrada por el Teniente Gral. Jorge Rafael Videla, el Almirante Eduardo Emilio Massera y el Brigadier Gral. Orlando R. Agosti., la cual designa como presidente de facto a Jorge Rafael Videla. A partir de esta fecha el pueblo Argentino pasó a vivir los días más oscuros de su historia, con el que se inicia en nuestra querida patria la dictadura mas feroz, con el fin de disciplinar a un pueblo y de volver a instaurar nuevamente y de manera definitiva, la argentina de los privilegios y la dependencia, su método el terrorismo de estado, sus consecuencias la realizaron de sus objetivos.
No se puede analizar este proceso fuera de la historia de golpes en la argentina, fundamentalmente los del 30 y el 55, en todos ellos hay una similitud, la presencia de un gobierno popular y la utilización del golpe de Estado por parte de los sectores reaccionarios para volver al statu quo original de la Argentina colonial y de los oprimidos. Por eso es preciso tener en cuenta que no puede haber golpe de Estado sin el apoyo de algunos sectores de la sociedad civil, empresarios, agropecuarios y sectores políticos tanto nacionales como internacionales.
En estos procesos podemos ver de manera latente la lucha pueblo-antipueblo, de la cual emerge esta etapa oscura de nuestra vida nacional, signada por la represión ilegal, los desaparecidos, el robo de bebes, la tortura, los campos de detención, la noche de los lápices, la desindustrialización, la deuda externa, la plata Dulce, la pauperización de los sectores trabajadores, Malvinas, el odio, la infamia……. Y por el otro lado la resistencia heroica y maravillosa del pueblo, conducida en la soledad pero de manera firme y tenaz por nuestras queridas Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Es fundamental para nosotros los/as jóvenes entender dicho proceso para poder comprender nuestro presente, y así ver como de tener una juventud maravillosa que soñaba y luchaba por grandes ideales, pasamos a tener una juventud bajo sospecha, marginalizada y signada por los valores neoliberales del consumismo, el individualismos y la apoliticidad..
Por eso debemos tener memoria, saber la verdad, y pedir justicia para que nunca más en la Argentina suceda algo igual.
“Creo que la lucha por la memoria es muy importante, porque a toda esta red de intereses le interesa efectivamente el olvido. Y el tema de los desaparecidos sigue pesando en nuestra sociedad como un cáncer, como una herida que no se cierra. Sin esa memoria no se puede construir una moral cívica sólida. La sociedad pierde el sustento de la memoria, la memoria cívica, justamente. Esto es muy dañino. En la Argentina esto se ha dado vuelta y vuelta. Parece que hubiera tajos, agujeros en la historia, y parece como que esa historia no ha existido. Un peligro de todo eso es que la historia se repita. La historia se repite y no siempre como comedia, sino siempre como tragedia.”
Juan Gelman.
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